lunes, 15 de septiembre de 2014

Una de cada tres carreras será en inglés o bilingüe

Enlace a elmundo.es
  • El ministro de Educación, José Ignacio Wert, está preparando una Estrategia para la Internacionalización de las Universidades Españolas 2015-2020 (enlace al borrador).
  • Entre los objetivos de esta estrategia se encuentra "incrementar el número de programas de Grado y Máster bilingües, impartidos en español e inglés o en otras lenguas extranjeras" (página 42 del borrador). Más concretamente, se pretende que "al menos 30% de Grados y 50% de Máster" sean "bilingües o en inglés" (página 54 del borrador).
  • En este sentido, se plantea "promover el aprendizaje de un nivel suficiente de inglés por todo el PDI, PAS y cargos académicos" y "establecer incentivos a nivel institucional para el perfeccionamiento del inglés y otras lenguas extranjeras por el PDI y PAS" (página 42 del borrador).
  • Se plantea también como objetivo "incrementar la movilidad internacional del personal universitario: PDI y PAS"; y en relación con ello, la "valoración de las actividades internacionales de educación, I+D+i y transferencia de conocimiento en la acreditación y carrera profesional de personal docente e investigador y de administración y servicios"; para lo cual se propone la "revisión de la normativa y orientaciones en materia de reconocimiento para la acreditación del PDI y la carrera profesional del PAS" cuya finalidad es la "introducción de criterios de internacionalización en la acreditación, valoración y reconocimiento de complementos para el PDI y PAS" (página 37 del borrador).

domingo, 14 de septiembre de 2014

La Comunidad Valenciana estrena los préstamos universitarios

Enlace a elpais.com

· Los estudiantes podrán pedir un crédito a un tipo máximo del 5% y pagarlo al graduarse.

· Rectores y alumnos reclaman que se refuercen más las becas.

· Los préstamos destinados a universitarios son habituales en otros países. 17 de los 28 de la UE los ofrecen o los avalan, aunque llegan a una parte muy baja de los estudiantes, desde el 0,1% en Francia al 11% en Letonia, según informe de la Comisión Europea National Student Fee and Support Systems (Tasas estudiantiles nacionales y sistemas de ayudas).

jueves, 11 de septiembre de 2014

CCOO advierte de que varias titulaciones de la ULL "corren serio peligro" de desaparecer

Enlace a tenerifeahora.
  • El responsable de la secretaría de universidades de CCOO-Canarias, Alberto Marín, alerta de que existe un "peligro real altísimo" de que se retire la titulación de Periodismo.
  • Sobre esta carrera hay un informe negativo de la Agencia Estatal de Calidad y la ULL tiene de plazo hasta octubre para corregir las deficiencias.
  • El sindicato ha avisado de que la amenaza está también sobre otras titulaciones, sobre todo las nuevas que se han comenzado a impartir en la ULL en la última década.
  • Alberto Marín ha explicado que el principal problema es la modalidad de contratación del profesorado, ya que en las nuevas titulaciones hay demasiados docentes con contratos de asociados a tiempo parcial.
    • También ha insistido en que no hay peligro de despidos en la universidad tinerfeña, ha recordado que hay 200 profesores menos por jubilaciones.

    miércoles, 10 de septiembre de 2014

    La 'asfixia' económica resucita la amenaza de los despidos en la ULL.

    Enlace a eldia.es.

    • En su discurso de apertura del curso 2014-2015 Eduardo Doménech advirtió de que el mantenimiento de la plantilla de la institución "no se puede garantizar si se continúa en la senda de los ajustes" y de la "asfixia" a la que, a su juicio, ha sido sometida la Universidad.
    • "No nos basta ya con mantener el presupuesto. Ya no es una buena noticia que no haya más recortes, porque mantener la misma aportación por parte del Gobierno será de forma efectiva una reducción presupuestaria", afirmó Eduardo Doménech, quien augura una "importante" disminución de los ingresos por el descenso de alumnado derivado de la menor duración de los estudios de grado (cuatro frente a los cinco de las licenciaturas).
    • Si se presentan nuevas y acuciantes necesidades de recortar el gasto habrá que recurrir a los despidos.
    • El director general de Universidades del Gobierno de Canarias, Carlos Guitián, ve muy difícil incrementar la financiación más allá de "cosas concretas", ya que para aumentar los fondos, hay que detraerlos de otras políticas de la Consejería. "La prioridad absoluta es la enseñanza obligatoria; por lo demás, hay que seguir sacrificándose".

    sábado, 12 de julio de 2014

    ¿Educación o mercado? (Concha Caballero)



    Sentado junto al Ministro de Educación, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, afirmó que “los universitarios españoles tienen un nivel comparable a los estudiantes de secundaria de Japón”. Busco algún dato que avale esta información y resulta que el estudio —todavía no publicado— procede de una Fundación denominada Conocimiento y Desarrollo que está presidido por Ana Botín, consejera del grupo Santander y miembro del Consejo de Administración de Coca-Cola. De esta fundación forman parte, también, un nutrido grupo de grandes empresas españolas que buscan, entre sus objetivos, adecuar el sistema universitario al mercado laboral.
    En la misma comparecencia, el secretario de la OCDE se manifestó a favor del copago universitario y de convertir las becas actuales en un sistema de préstamos a devolver por el estudiante. Los medios de comunicación “compraron” inmediatamente el escandaloso titular y casi ninguno citó que se trataba de un estudio de un grupo empresarial. Junto a esta noticia, que desacreditaba el conjunto de la Universidad española, se relacionaba el paro con la sobretitulación o la titulación equivocada de nuestros jóvenes y no con el modelo productivo de nuestro país. Al parecer hay millones de puestos de trabajo pero nuestros jóvenes, ay, tienen titulaciones equivocadas. Debe ser por eso por lo que en medio mundo se les recibe con los brazos abiertos mientras que en nuestro país el mercado laboral los expulsa.
    Varios días después se dio a conocer un informe sobre la educación financiera de los jóvenes de 15 años y en el que los estudiantes españoles han quedado en la cola. Esta vez sí se trata de un informe de la OCDE solo que no es un informe global sino reducido a una quincena de países. Nuevamente mi sorpresa es que el BBVA patrocina estos estudios y su presidente, Francisco González, afirma que “la educación financiera es una tarea colectiva”. El caso es que los alumnos que tenían cuentas corrientes en bancos (al parecer un 50% de la muestra) sacaron muchos puntos de ventaja sobre el resto. Pero la desigualdad social no es algo que preocupe en absoluto a la OCDE ni a sus estudios, lo importante son los resultados, la competencia, la evaluación numérica, que no evolutiva, de los alumnos. Según González, la educación financiera es “una parte muy importante de lo que es una sociedad en cuanto a tomar decisiones informadas en cuanto a su ahorro, en cuanto a su gasto. Hace que los ahorradores sean más consistentes y que los deudores sean mucho más responsables en el tiempo”. O sea que la labor de la educación es la simple integración en el mercado laboral y la de formar ciudadanos que paguen a los bancos.
    Me informo de que han empezado a emerger empresas evaluadoras, compraventa de pruebas valorativas, cursos especializados para que los centros obtengan resultados superiores al calor de esta fiebre cuantificadora del sistema educativo. En algunos países asiáticos ya se someten a pruebas de hora y media de duración a niños de seis años. Desde pequeños hay que inducirlos a competir en el mercado. En vez de un nombre, una historia, una cultura, serán un número en la escala global que les otorgará su lugar exacto en el mercado laboral.
    La mercantilización de la educación no es ya una tendencia sino una realidad que se expone con descaro y sin el menor respeto a la comunidad educativa. La opinión del profesorado, de la pedagogía, de las ciencias sociales no cuenta para nada en el diseño educativo. Son las empresas y la banca los que diseñan la orientación y las materias que se imparten. La educación como proceso de formación del ser humano, de transmisión de cultura, conocimientos, creatividad y crítica ha sido suprimida sin contemplaciones. No hablemos ya siquiera de su valor como equilibrador social y como igualdad de oportunidades. Por eso, la OCDE que no la Unesco ni algún organismo internacional de rostro más humano ha ocupado el lugar de autoridad educativa mundial. A no ser que se produzca un movimiento de regeneración educativa, aviados vamos entre el inmovilismo de la vieja escuela y la mercantilización brutal de nuestro futuro.

    domingo, 26 de enero de 2014

    Exámenes al por mayor (Juan Torres López)



    Una vez oí decir a un viejo profesor universitario que las reformas universitarias en España se hacen siempre de la misma forma: con objetivos anglosajones, recursos africanos y mentalidad carpetovetónica. Y creo que eso es lo que más o menos ha ocurrido con la última dirigida a homologar nuestro sistema universitario con el europeo de enseñanza superior. Se han cambiado planes de estudio, se han hecho docenas de nuevos programas docentes y se ha modificado la secuencia temporal de las carreras, pero mucho temo que pasó como en la novela de Lampedusa, que todo cambió para que todo siguiera igual.
    Para los estudiantes, que al fin y al cabo son la pieza fundamental de cualquier nivel educativo, Bolonia, como es conocida la reforma, ha supuesto, sobre todo, embarcarse en una especie de continua carrera de obstáculos. En lugar de organizar la enseñanza universitaria para que gracias a ella los jóvenes aprendan a reflexionar y a enfrentarse al mundo con autonomía y capacidad transformadora, se han montado los cursos de tal forma que apenas puedan respirar.
    Alumnos de uno de mis grupos que acaban estos días el cuatrimestre terminan las clases de una asignatura un viernes a las 18.00 y tienen el examen final el día siguiente a partir de las 8.30. Otros se quejaban de que un día terminan un examen final a las 20.30 y al día siguiente a las 8.30 está convocado el de mi asignatura, no por mi gusto, sino porque he de seguir los horarios que me marca el decanato.
    ¿Hay tiempo así para que los alumnos y alumnas maduren y asimilen los conocimientos? ¿Se puede valorar de esa forma lo que de verdad han aprendido y lo que no, las habilidades que han desarrollado?
    Tal y como se organizan los cursos, con programas comprimidos hasta la extenuación porque el profesorado quiere enseñar todo lo que considera necesario que sus discípulos aprendan y con una prueba detrás de otra, sin apenas disponer de tiempo entre ellas o entre las clases, la enseñanza se convierte en una tensión estresante de donde es muy difícil que florezca un auténtico saber. Porque este solo brota de la reflexión pausada, del disfrute del tiempo y de la serenidad, de las muchas horas de debate, tareas y lecturas en solitario y compartidas.
    No creo que nada de esto sea casualidad. La enseñanza está organizada así conscientemente porque no se desea que haya una ciudadanía sabia. No lo puede ser quien solo aprende a sortear suspensos y buscar el aprobado como sea. La educación no es nada cuando se divorcia incluso de la naturaleza porque, como dice un proverbio chino, en esta no hay premios y castigos sino consecuencias.
    “¿Cómo reformaría las enseñanzas de economía?”, se preguntaba la gran economista Joan Robinson y creo que su respuesta es extensible a cualquier otra rama del conocimiento: “Ante todo, decía, prescindamos de los alumnos que solo desean aprobar”.
    Aquí promovemos lo contrario. Hay que hacer milagros y remover Roma con Santiago para poder llevar a cabo algún proyecto que se salga del aula en el horario férreamente marcado o que sea ajeno al curso monótono de una clase detrás de otra: o no hay tiempo, o no hay espacios concebidos para el encuentro, o tienen mañana un examen, o el otro profesor les ha encargado una prueba...
    Y el no va más de este contrasentido es que el propio profesorado está obligado a sufrir la misma presión. A su docencia se le llama ahora “carga” docente y, para que se evalúe su productividad científica mediante los llamados sexenios, miles de profesores universitarios tienen que dedicar semanas a preparar un papeleo tan engorroso que han nacido empresas especializadas para encargarse de ello. Con tantos éxito que bastante antes de que terminen los plazos ya anuncian que no admiten más encargos.
    A veces tengo la impresión de que la forma en que están estructuradas las enseñanzas hace que a mis alumnos les ocurra lo que decía Mark Twain que siempre quiso evitar, que la escuela entorpece su educación.